Tengo tu nombre enmarcado en algún lado,
tirado entre ropa sucia y libros viejos;
o quizá en un sitio más obvio
como la postura de mis hombros
o las raíces de mi cabello.
En esta última semana lluviosa
he rememorado repetidamente
tu fiebre de la última temporada de lluvia a la que le dí importancia.
Para entonces no me importaba mojarme los pies con tal de llegar a ti.
Los últimos meses tu silueta se ha enfriado de mis manos,
mas no la costumbre de buscarte a mis espaldas.
Después de todo, es apenas cuando recuerdo las grietas del caoba de tus ojos,
que me es evidente que la desesperanza y el cinismo no son más que la estela de tu partida.
sábado, 26 de febrero de 2011
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3 comentarios:
Hasta que tu decidas...
Febrero es un mes complejo tanto por ser el que más cambia sus días como por lo que trae consigo en esos días...pero cada quién lo vive a su menera...Un escrito muy nostálgico pero bueno...Nos leemos luego.
telas y telas....
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