miércoles, 1 de septiembre de 2010

Complicada y dolorosamente honesta

No sè si me estoy volviendo cìnica
o simplemente estùpida;
si estoy siendo pràctica
o me estoy tomando todo muy a pecho.
Hablo del pasado con tan fingida naturalidad
que mis gestos me delatan:
soy dolorosamente honesta conmigo misma.
Sigo adelante, reciclo ese sentimiento inùtil
que me hace pensar que quizà le extrañe.
Siempre respiro profundo,
antes de afirmar que sè
exactamente lo que quiero;
trato de escribirle besos,
de creer que son de verdad,
de racionalizar mi afecto,
de vivir mientras le espero.
Aùn asì, cada dìa compongo
la negaciòn de mi espera
para no desesperanzarme,
En dìas de semana, busco la soledad
bajo el eufemismo del aislamiento y del cansancio.
Aprovecho que aprendì
a maquillarme la mirada
de enamorada
con sombra color azul.
Pero eso sì,
cotidianmente,
contengo el impulso
de dibujarle corazones a su existencia
y de desdibujar mis girasoles;
espero pacientemente el dìa
de encontrarle entre mis intentos de versos
accidentalmente olvidado.
Y me exilio de la poesìa
a costa de mis honestidades,
me repito que vivo para olvidarle;
entonces me tropiezo con el contraste
del haber estado en su compañìa
Y me doy cuenta de que,
con mis ojos deshilachados de tanto quererle,
secretamente,
a todo le pongo sus pestañas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Natalia, siento que si sigo leyendote no necesita volver a escribir mis tonterias. Tu blog se me ha hecho palabra necesaria.

Anónimo dijo...

Hey este ha sido unos de los post con más sentimiento que he leído de tu parte, no sé que puedo decirte pero el amor es unos de los entimientos más complejos que hay...nos leemos luego.